..............................CapÍtulo final
Pensando en los enigmas del bosque, Sheila sintió sueño miró hacia los robledales en flor, amarillos goteaban sus petalos voladores en circulos y dos bluebird picoteaban restos de pan y migajas de dulcecillos desmenuzado en el abandono despreocupado del mas reciente picnic bajo la fronda del milenario refugio de almas y pajaros.
Sheila pensaba en todos los acontecimientos de ese San Juan y el rumoroso fru fru de los nylons, desperdigados entre la hojarasca le ocupó la mente en su propio basurero interior donde estaban aparentemente perdidos los indicios de su fe, alli tomó conciencia de la paz, donde pudo ser ajustada y a poco desapareció su cansancio tras la merececida fiesta. Sheila retocó en su memoria el secreto de los números revelado por su abuelo, el afamado trotamundos Rip Van Winkle.